Izalco (en nawat: Itzalku)1 es un municipio del distrito homónimo, del Departamento de Sonsonate. Está ubicado a 55 kilómetros de San Salvador. Tiene un área de 175.90 kilómetros cuadrados y una población de 70,959 según censo del 2007 ocupando el puesto número 18 en población. La ciudad de Izalco se encuentra a 440 metros sobre el nivel del mar en las cercanías del volcán Izalco.
Para su administración el municipio se divide en 25 cantones, los cuales son: Huiscoyolate,Cangrejera, Ceiba del Charco, Chorro Abajo, Chorro Arriba, Cruz Grande, Cuntán, Cuyagualo, El Sunza, Joya de Cerén, La Chapina, La Quebrada Española, Las Higueras, Las Lajas, Las Marías, Las Tres Ceibas, Los Tunalmiles, Piedras Pachas, San Isidro, San Luis, Shonshón, Talcomunca, Tapalshucut, Tecuma y Teshcal.
Historia
Conocida durante el Posclasico como Tecpán-Izalco (nombre proviente de las terminaciones nahuas de: Tecpan = palacio, casa real; Itz = obsidiana; al = casa; co = lugar, ciudad. Es decir Tecpan-Izalco significa: el palacio de la ciudad de las casas de obsidianas), tenía una población de unos 4.500 habitantes en el año de 1550, y era el núcleo indígena más densamente poblado del territorio salvadoreño. Fue entregada como encomienda a Juan de Guzmán y luego a su hijo Diego de Guzmán quien hizo posible gracias a donación de la construcción de la primera iglesia de esta ciudad en el siglo XVI. Actividades productivas: agricultura, granos básicos, ganadería.
Las fiestas patronales de Dolores Izalco o Izalco Arriba, se celebran el 8 de diciembre en honor de la virgen de la Inmaculada Concepción y las fiestas patronales de Asunción Izalco o Izalco Abajo, se celebran el 15 de agosto en honor a la Virgen del Tránsito y Asunción.
A principios de siglo pasado Izalco se encontraba dividido en dos pueblos denominados Dolores Izalco y Asunción Izalco. Cada uno tenía su propia alcaldía e iglesia.
En Dolores Izalco se concentraba la población criolla y ladina, y en Asunción Izalco se concentraba la población Indígena. Para mediados del siglo pasado ambas localidades se habían fundido en una sola, y tanto Dolores como Asunción pasaron a ser barrios de la misma ciudad, bajo una sola Alcaldía.
En esta ciudad (también en Juayúa, Sonsonate, Sonzacate, etc.,) fue perpetrada una matanza de indígenas durante varios días de enero de 1932, durante la llamada "insurrección indígena del 32" que fue liderada por José Feliciano Ama. La matanza fue realizada por fuerzas militares bajo las órdenes de Tomás Calderón, miembro de las Fuerzas Armadas del gobierno del general Maximiliano Hernández Martínez, quien persiguió a los indígenas bajo el pretexto de organizarse en el Partido Comunista y tratar de hacer reivindicaciones sociales. Se estima que unos 30.000 indígenas murieron en dicha masacre.
Al destacar los procesos sociales, políticos y económicos que contribuyeron a gestar el levantamiento, Anderson (autor de El Salvador 1932) no coincide con los autores que escribieron sobre el tema poco después del levantamiento, quienes asignaron gran importancia a la actividad del movimiento comunista como responsable directo del levantamiento. Anderson insiste en que el levantamiento debe entenderse como un acontecimiento enraizado en la realidad salvadoreña, producto de una dinámica política y social que profundizó y aceleró durante los años de la gran crisis económica a partir de 1929.
Actualmente Izalco es una ciudad que conserva su ambiente colonial, el cual se combina equilibradamente con la tecnología propia de nuestra época (existen todos los servicios de telefonía móvil e internet). Izalco tiene muchos atractivos, como cafeterías, restoranes, iglesias coloniales, ríos con pequeñas caídas de agua, lugares de tradición religiosa e indígena, todo dentro de una ciudad ordenada, con vías de comunicación en excelente estado.
Además de la cordialidad de su gente, cuenta con un turicentro (en las faldas del Volcán de Izalco) denominado atecozol, que en idioma pipil (nahuat) significa "cuna del señor de las aguas", cuyos ríos alimentan hermosas piscinas y parques, que son dominados por una exuberante vegetación donde destacan árboles frutales como mangos, zapotes, caimitos, etc.
Es normal que se organicen excursiones a caballo, con destino al volcán y otras localidades turísticas aledañas como Caluco, que cuenta con un pequeño turicentro de aguas termales de origen natural.
Izalco es rico en tradiciones orales, constituyendo la mayor parte de ellas en leyendas, de personajes mitológicos de la región, aún hoy acentuados con un poco de matiz religioso. Posee infinidad de cofradías, que consisten en grupos encargados de mantener viva la leyenda o devoción a un personaje mítico o a uno religioso.
Cultura pipil hoy
Izalco es uno de los últimos lugares donde unas pocas personas aún hablan el idioma pipil (nahuat). En el marco de un proyecto financiado por la Fundación Círculo Solidario, en una escuela de Izalco (centro escolar Dr Mario Calvo Marroquin ) ahora se enseña Nawat como segunda lengua.
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